¿Nueva York viene tras nuestros ventiladores de techo?

Cada vez que damos la vuelta en el Empire State, parece que quieren prohibir algo nuevo. Todo comenzó este año, cuando Nueva York se convirtió en el primer estado que quiso prohibir la venta de estufas de gas, calentadores de agua y calderas de gasoil.

A principios de agosto entró en vigor la prohibición de TODAS las bombillas incandescentes. Luego, la guerra contra los aparatos de aire acondicionado nos puso calientes. En ese momento, le pregunté qué pensaba que perseguirían a continuación. Calentadores de agua, lavadoras y tal vez incluso ventiladores de techo.

Bueno, eso no tomó mucho tiempo, ni siquiera salimos de agosto cuando recibimos nuestra respuesta.

Los ventiladores de techo son el próximo objetivo en la mira. El Departamento de Energía (DOE) propone una regla que haría que los ventiladores de techo sean más eficientes energéticamente y nos ahorraría dinero. ¿Pero será realmente así?

Afirman que las nuevas reglas ahorrarán a los hogares alrededor de $39 durante la vida útil del nuevo ventilador de bajo consumo. Esta es mi pregunta: si cuesta alrededor de $39, ¿por qué no decir simplemente $40? Oh espera, aquí está la respuesta.

El DOE estima que el precio de compra del nuevo electrodoméstico de bajo consumo aumentará en 10 dólares por ventilador. Afirman que el precio adicional se compensará con el ahorro en la factura de energía... en unos cuatro años. Gaste $10 adicionales para ganar $1 en cuatro años.

Entonces, si bien estamos ahorrando $40 dólares en cuatro años, el aumento del costo para los fabricantes para fabricar estos ventiladores rediseñados y energéticamente eficientes es de más de $86 millones... por año. Esto sacará del negocio a muchos pequeños fabricantes de ventiladores. Suena como un GRAN precio a pagar para ahorrar un poco de dinero en cuatro años.

Aparentemente la filosofía del DOE es la eficiencia energética a toda costa... sin importar el costo. En otras palabras, un aumento en el coste de los electrodomésticos energéticamente eficientes nos permitirá ahorrar dinero. A la mayoría de los neoyorquinos les parece un pensamiento gubernamental típico (o la falta de él).

No soy un fanático de que Nueva York persiga a mi ventilador de techo. ¿Qué pasa contigo?